En este segundo post me gustaría hablar del origen del título de mi blog.
A comienzos del siglo XX el filósofo alemán Walter Benjamin (1892-1940) formuló una de las metáforas más lúcidas y visuales para definir lo que es la Historia.
Walter Benjamin. ⓒ casadellibro.com |
Según Benjamin, la Historia es un ángel que sobrevuela la línea del tiempo condenado a mirar siempre hacia el pasado y a observar horrorizado las catástrofes, matanzas y desmanes de las civilizaciones y pueblos pretéritos sin poder detenerse en un punto concreto, ya que el viento del progreso le impulsa irremediablemente a seguir hacia adelante.
Curiosamente, para elaborar su metáfora, el pensador se inspiró en una lámina del pintor Paul Klee denominada Angelus Novus (el Ángel Nuevo) que Benjamin adquirió en 1921. Esta pequeña pintura le acompañó durante toda su vida, quedando entre las pertenencias encontradas en el equipaje de Benjamin cuando este se suicidó en 1940 en la frontera franco-española tratando de huir de la persecución nazi.
Angelus Novus. Paul Klee (1920). ⓒ WikimediaCommons. |
En efecto, la Historia es un proceso imparable y muy difícil de anticipar dado que depende de los millones de decisiones confrontadas de los seres humanos y de la súbita aparición de fenómenos sociales, políticos o económicos que no pueden ser estudiados mientras se producen ya que sus efectos no son visibles hasta que no se han agotado o desaparecido.
A pesar del pesimismo de esta visión, a mi me gusta pensar que los historiadores no estamos obligados, a diferencia del ángel, a mirar permanentemente al pasado ya que si bien no podemos intervenir en lo que ya ha sucedido, sí podemos analizarlo para aprender las lecciones necesarias para encarar mejor el incierto futuro.
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